Lizbeth Ortega
No permitas que roben tu valor

Sanar las heridas de una traición o infidelidad toma tiempo. En el entorno femenino seguramente has escuchado la frase: “Todos los hombres son iguales”. Esta frase habla mucho de las heridas causadas por una traición o infidelidad en la vida de una mujer. Sin embargo, haber estado con una persona que no te haya valorado, no significa que no puedas recuperar el verdadero valor que como mujer posees.
No vamos a hablar mal de los hombres en este artículo, ya hay mucha información sobre esto. Hoy quiero dirigirme a esas mujeres que han sufrido las heridas del engaño. Ser engañado es una de las peores sensaciones que el ser humano puede sentir y principalmente para las mujeres el engaño quebranta en gran medida el valor propio. Es importante que no permitas que las personas definan tu valor. Debes aprender a valorarte a ti misma, conocerte, saber tus debilidades, tus fortalezas y avanzar.
Cuando alguien sufre un engaño lo primero que piensa es en huir y dejar todo atrás o pagar con la misma moneda. Pero estas soluciones simplemente te hacen más propensa a volver a caer en las mismas circunstancias.
La mejor forma de afrontar una traición es entendiendo lo que vales, porque ser feliz es una decisión propia. El dolor quizás quede allí, pero lo verás con otra perspectiva, si lo ves desde la visión del aprendizaje. Así que no temas soltar aquellas cosas que te restan valor. Este mundo necesita mujeres guerreras y llenas de coraje. Mujeres con un temple de acero y una voluntad inquebrantable y contagiosa.
En la sociedad actual es muy fácil ser desplazadas o apabulladas por las ideas o acciones de otros, sin embargo, no debemos condicionar nuestra vida a las acciones de otros.
Empecemos como mujeres a mostrar esa imagen apasionada, exitosa, llena de coraje y valor propio. Así que no permitas que te roben tu valor.
Hoy pudieron herirte, pero las heridas dejan aprendizajes. No te detengas, sana tus heridas, aprende y avanza, porque lo mejor está por venir.