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  • Writer's pictureLizbeth Ortega

Me siento sola ¿debo adquir una mascota?



El tema que hoy nos ocupa es uno de los favoritos de grandes y chicos: la decisión de tener una mascota. Cada día crece el número de personas que consideran la posibilidad de “incrementar la familia” llevando a casa a un animalito de compañía. Esta decisión no debe ser tomada a la ligera ya que son muchos los factores a evaluar a la hora de elegir quién llenará nuestra casa de alegría y será nuestra compañía de aquí en adelante. Es un ser vivo, que será totalmente dependiente de nosotros, necesitando nuestros cuidados y dedicación.

El asunto va desde que tipo de mascota queremos; hasta la raza, tamaño, tipo de alimentación, todo esto tomando en cuenta las características físicas (ancianos, niños, personas con capacidades especiales), los gustos y la opinión de cada miembro de la familia, ya que tener una mascota debe ser un compromiso de todo el grupo familiar.

Antes de decidir llevar un animalito a casa debes tener claro que es un compromiso de años el que estás adquiriendo, debes evaluar si satisfaces ciertas condiciones, tales como:

- Espacio físico adecuado, tiempo suficiente para dedicarle a tu mascota, capacidad financiera para cubrir sus gastos de alimentación, gastos veterinarios, desparasitación, vacunas y cualquier eventualidad relacionada con su salud.

Expertos en el comportamiento animal y humano han desarrollado estudios que demuestran los beneficios físicos y emocionales de tener un animal doméstico como compañía. Cuando en la familia hay ancianos o niños; los perros y los gatos llevan la ventaja en esta competencia.


Entre los beneficios que se derivan de tener una mascota, prodríamos mencionar:


- Nos hacen sentir más felices, seguros y acompañados, alejándonos del fantasma de la depresión. Los momentos que compartimos con nuestras mascotas y sus travesuras, nos llenan de diversión y estimulan la producción de un neurotransmisor llamado dopamina, que tiene gran responsabilidad en nuestra percepción de la sensación de felicidad, a la vez que reduce la producción de cortisol, que es la hormona responsable del estrés.

- Nos mantienen en constante actividad y aumentan el nivel de sociabilidad. El tener que estar pendiente de sus comidas, de sus caminatas y de sus cuidados en general nos hacen estar alerta manteniendo nuestro cerebro en constante actividad y nos anima a relacionarnos con quienes comparten este interés por las mascotas.

- Reducen el riesgo cardiovascular. En el caso de los perros, el tiempo que dedicamos a sus caminatas nos ayudan a reducir nuestros niveles de presión sanguínea, beneficiando así nuestro sistema circulatorio. Se dice también que quienes tienen mascotas poseen niveles de colesterol y triglicéridos más bajos, lo cual nos protege de sufrir enfermedades cardiovasculares.

- Potencian la salud emocional y física de los niños. En cuanto a lo emocional, los lleva a desarrollar sus niveles de responsabilidad cuando les asignamos pequeñas tareas relacionadas con el cuidado de la mascota e incrementa sus niveles de empatía lo cual los hace mejores seres humanos. Y en relación a la salud física, estudios demuestran que al igual que las vacunas, exponer a los niños al contacto con una mascota hace que el sistema inmunológico desarrolle defensas previniendo así las alergias.

Son tantos los beneficios de darle cabida en nuestra vida a estos seres mágicos, que bien vale la pena el compromiso de cuidarlos, respetarlos y amarlos como un miembro más de la familia.



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